Arquitectura Expresionista

La arquitectura expresionista fue un movimiento arquitectónico que se desarrolló en Europa durante las primeras décadas del siglo XX, en paralelo al Expresionismo.

El término se comenzó a usar englobando una serie de creaciones vanguardistas en Alemania, Países Bajos, Austria, Checoslovaquia y Dinamarca entre 1910 y 1924. Posteriormente, se aceptó que la arquitectura expresionista también abarcaba obras desde el año 1905, y no solamente de esos países, sino también del resto de Europa.

Este estilo tuvo amplias similitudes con lo que hoy podríamos llamar pre-modernismo, tanto en el uso de nuevos materiales, como en la innovación formal, suscitada en ocasiones por el uso de formas biomórficas, o por la ampliación de posibilidades ofrecida por la fabricación en masa de materiales de construcción como el ladrillo, el acero, o el vidrio.

La arquitectura expresionista ha estado marcada por importantes eventos, como la exposición del Deutscher Werkbund en Colonia, en el año 1914, la programación teatral de la Großes Schauspielhaus, o las actividades de la Escuela de Amsterdam.

La Torre Einstein, de Erich Mendelsohn, ubicada en Potsdam, es el icono de la arquitectura expresionista.

A pesar de que la arquitectura expresionista fue individualista y, generalmente, carente de dogmas, se pueden establecer una serie de criterios objetivos que la definen.

1. Distorsión de las formas para suscitar la emoción.

2. Subordinación del realismo de las expresiones simbólicas y estilísticas.

3. Búsqueda implícita de la novedad, la originalidad y el visionismo.

4. Soluciones híbridas, no necesariamente simplificables a un único concepto.

5. Uso del potencial creativo del artesano.

6. Cercanía del estilo gótico, románico y rococó frente al clasicismo.

7. Concepción artística de la arquitectura.

Los principales arquitectos expresionistas fueron: Bruno Taut, Walter Gropius, Erich Mendelsohn, Hans Poelzig, Hermann Finsterlin, Fritz Höger, Hans Scharoun y Rudolf Steiner.